2008-09-11

CONTRAPORTADA

“Dejó el cepillo sobre el tocador para guardar la ropa ya doblada en el armario, sacó una ligera camisola de algodón y la deslizó sobre su piel con delicada seducción, un halo inevitable de sensualidad la rodeaba, de repente el miedo se concretó, cubrió su semblante con la sombra de un negro presagio que ya no pudo reprimir, salió sin control de su boca con un tono inequívoco de premonición. – ¡Algo malo va a pasar! –“


Un emocionante relato que contextualiza la situación de miles de colombianos azotados por la violencia en sus diferentes facetas, el dolor que surge de una situación adversa, se va sumando al rencor de otros conformando una cadena interminable de venganza ¿Qué sucede cuando un eslabón se niega a engancharse?
El dulce rostro de la muerte explora nuevas posibilidades para afrontar de manera creativa la situación de nuestro país; propone el ejercicio de la empatía y nos invita a mirar a cada uno de los autores de la violencia como seres humanos que, por una u otra circunstancia, terminan convertidos en victimas y victimarios, marionetas de poderes ocultos que capitalizan el dolor y lo usan para manejar los hilos del conflicto a su favor.



“Aunque la forma de morir sea más o menos cruel deja un rastro de dolor, un deseo de venganza y así se forma esta cadena sin fin de muertes y otras muertes para vengar las anteriores, ¿cuándo se va a acabar esto?”

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